Traspasan 309 hectáreas para la conservación en el valle de Cochamó

"No he recibido un regalo de nadie. Todo ha sido producto del esfuerzo de mis padres o de mi trabajo. Yo tocaba la guitarra en las micros para llegar desde mi casa a la universidad; para llegar con plata, con $500 para sacar fotocopia (...). Entonces, poder hacer hoy un regalo de un millón de dólares para la conservación de la naturaleza es un sueño", relata Felipe Escalona, el empresario y CEO de The Real Eco State, dedicada a la venta de lotes consagrados a la conservación, quien está detrás de la donación de 309 hectáreas para conservación en Cochamó y que serán adheridas a los terrenos que constituye el santuario de la naturaleza, ubicado en el valle Cochamó. De la totalidad de hectáreas, 77 son de su propiedad.

Sobre la operación, el empresario explicó que la figura fue la siguiente: "El dueño de ese predio lo tenía como zona agrícola y alguna vez lo trató de lotear, pero que por distintas razones no lo hizo. Tampoco lo vendieron completo".

Fue así como en 2021 lo compró en un 50%, de los cuales se quedó con el 25%, mien tras que el restante 25% en poder de otros inversionistas.

Detalló que se planteó un proyecto de 100% de conservación. Sin embargo, acusa que "fake news" hicieron que en un comienzo la comunidad "se tomara mal la noticia. Pero efectivamente se pensaba en dividir los terrenos en cinco o diez hectáreas, de las 300, con la finalidad de realizar conservación".

En su relato contó que una vez que la comunidad se enteró de cómo era el proyecto se contactaron con él. "Se comunicaron conmigo de Puelo Patagonia. Rodrigo Condeza fue el primer en hablar conmigo. Me invitó a una reunión en la que participaron más de 30 organizaciones de Puelo y de Cochamó y me plantearon su temática. No partimos muy amigos, porque estaban molestos por algo que yo no iba a realizar y yo, a su vez, molesto porque me estaban juzgando por algo que no haría. Pero hice buenas migas con Tatiana Sandoval y Rodrigo Condeza, con quienes hemos trabajado más y empezamos a plantear soluciones y buscar cuáles eran las mejores formas de conservación del lugar".

Sobre la donación, explicó que se trató de una decisión personal y que a los demás inversionistas los compensó de otra forma. Por ejemplo, con más participación en otros proyectos, por lo que accedieron a vender al costo su parte, es decir el 75% restante. De esta forma contactaron a la fundación Freyja.

Precisó que no se trató de una donación porque el Conservador de Bienes Raíces no permitió dicha figura. Pero sí fue un regalo. "De mi parte no recibí un peso y se la entregué simbólicamente a Puelo, aunque todo está en poder de la Fundación Freyja, la que los aportará al Santuario de la Naturaleza -contempla 11 mil hectáreas- con un plan de acción y con todo lo que implica un santuario".

"Si las tuviera que llevar a impacto patrimonial, estas 77 hectáreas significaban más de un millón de dólares. Cuando decidimos bajar el proyecto teníamos un 20% del predio reservado. Había ventas por dos millones de dólares, por lo que devolví la plata a los clientes e hice todo el trámite que correspondía", puntualizó.

"NUNCA URBANIZADO"

-Las 309 hectáreas serán destinadas al santuario de la naturaleza...
-Soy un ecologista y vegetariano, que toda mi vida me ha gustado la naturaleza. Mi empresa jamás ha urbanizado. Nunca hemos botado un árbol. Solo hemos realizado conservación. Pero ello costó que se entendiera. Nunca un cliente ha construido una casa en las más de seis mil hectáreas que hemos vendido.

-La venta de parcelaciones ha sido materia de debate en el último tiempo. ¿Cómo analiza este fenomeno?

-Hoy estamos en una disyuntiva de cómo regular y la habitabilidad rural es algo que se tiene que construir entre todos, ya que hay zonas que requieren de protección y ser conservadas, que tenemos que medir las cargas y por eso también doné este predio con la finalidad de controlar el acceso de manera ecológica, ya que tampoco es bueno para la naturaleza que exista un turismo desatado. A la comunidad le permitirá, por lo demás, controlar el acceso al valle, respecto de definir la carga que desde el punto de vista ecológico es sustentable para no mermar la naturaleza con las visitas y el turismo. Entonces, con todo lo que está pasando, hay muchos empresarios inmobiliarios que son inescrupulosos que como parte del desarrollo no han puesto ni a la naturaleza, ni a la comunidad, ya que solo han buscado obtener beneficios económicos, lo que ha llevado a que existan estas pugnas entre el Gobierno y las empresas privadas.

-¿Qué le pareció el instructivo del ministerio de Agricultura al respecto?
-Estamos en la fase en la que todo se está conversando desde los extremos. Por un lado, el Gobierno plantea la necesidad de garantizar el suministro de alimentación y las empresas por la transacción de sus bienes, de la propiedad; y las comunidades exigen ser consideradas sin tener mayores recursos para hacerlo. Ahora, no todos los predios tienen factibilidad agricola y la forestal no so. lo es para cortar árboles, ya que hoy existen tecnologías que permiten a nivel mundial transar la conservación.

-¿Es necesario elaborar planes reguladores para los sectores rurales?
-Generar un sistema que promueva en cada zona, un mejor destino de la tierra es la clave. Si generamos algo engorroso vamos a atacar el desarrollo e incluso la protección de la naturaleza. Y si es uno flexible o casi exento de regulaciones, como el que existe hoy día, también dañamos a las comunidades, personas o naturaleza. Que no sea excesivamente regulado, sino que permitir que a cada espacio le encontremos la mejor inspiración, que puedan participar todos y que hacer una declaración de impacto ambiental sea un proceso fluido, rápido; en que todos queramos participar y darle un mejor destino a un lugar; y ello no solo implica a la naturaleza, sino que a las personas, gobierno, empresas y emprendedores. Si trabajamos todos juntos pasan cosas tan bonitas como las que ocurren en Cochamó.

ADMINISTRACIÓN

Silverio Morales, alcalde de Cochamó, calificó como una buena decisión el donar estas hectáreas. Sin embargo, su preocupación radica en la forma en que se administrarán estos terrenos y quién, a su vez, administrará el parque.
De hecho, respecto al santuario de la naturaleza, señaló que no han tenido información de parte del Gobierno y acusó que "tenemos que andar buceando para sacar la información.
Tatiana Sandoval, presidente de la organización del Valle de Cochamó, relató que se trata de un proceso que comenzó en abril del año pasado, luego que se publicara en redes sociales sobre un loteo (309 hectáreas) en el acceso a este lugar y que se encuentran ubicadas en medio del sendero.
Recordó que posteriormente se contactaron con Felipe Escalona, dueño de parte de este terreno, a quien le explicaron acerca del proyecto de conservación.
Luego de ello, decidió "bajar su proyecto" y colocar a disposición el predio para venderlo. "Nosotros le dijimos que buscaríamos un comprador que se ajustara al perfil de conservación que tenemos en el sector. Y en ello estuvimos un año y cinco meses".
Sobre el significado de este traspaso, detalló que "con la fundación Freyja, que se dedica a la conservación, significa que vamos a mantener el perfil del valle en cuanto a conservación".
Detalló que el compromiso es colocarle "un derecho real de conservación a perpetuidad y en el futuro anexarlo al santuario de la naturaleza aprobado en enero, pero que todavía no cuenta con el decreto presidencial, por lo que oficialmente no es santuario. Pero en el futuro hay que elaborar un nuevo proceso para anexar esta tierra”.

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Fuente: ElLlanquihue.cl